Lo Qué Odian que el Hombre Haga Durante el Sexo


No es fácil reconocerlo, pero concluir el acto sexual demasiado pronto o intentar darle indicaciones a tu pareja y querer convencerla para que practique sexo oral, son algunas de las conductas masculinas que más molestan a las mujeres.

Pero desagrade o no, eso hay que decirlo, porque la “Asociación de Mujeres contra los Errores Masculinos” (AMEN) -nombre muy sugestivo-, pretende poner su voz en alto para señalar y decirle a ellos lo qué para ellas, -y créanme, ninguno de estos puntos es un secreto-, son las principales faltas y traspiés de los hombres.

Entonces, cabe preguntarse: ¿Cuáles son los principales y, sobre todo, por qué a ellas les desagradan tanto? La respuesta está en una lista que he considerado trascendental, claro, luego de haberlos seleccionado de otro conteo gigantesco. En todo caso, el lector luego verá que cualquier parecido con la realidad… no es coincidencia.

Ser demasiado rudo cuando tocas sus zonas erógenas: A los hombres les gusta jugar fuerte, todos lo saben. Pero a ellas no tanto, y ese tipo de caricias en lugar de placer, pueden producir dolor. Por lo tanto, ten cuidado de presionar demasiado el clítoris y otras áreas femeninas sensibles, tales como los pezones, por ejemplo. Si vas a tocarlos, de preferencia que ellos estén lubricados al extremo. Prueba qué grado de intensidad le gusta a tu chica y solo así aviéntate al ruedo… Si no podes, entonces juga con plasticina.

Tirar el condón al suelo: Sabemos que en el éxtasis del placer todo puede salir volando: las pantaletas, tus bóxers, el zapato, la peineta, el condón… Cuidado con éste último que, regularmente, viene a recoger ella (si están en su casa). O por ahí aparecerá tras un mueble cuando ella haga una mudanza… Mejor tirarlo amarrado, como buen hombre… No vaya a ser que después tengas que pintar la pared.

Eyacular demasiado pronto: Ellas pueden ser muy comprensivas, pero en ocasiones esto las desespera, sobre todo cuando saben que están a punto de alcanzar su orgasmo, pero antes hay un “ohhhhh” tuyo… ¿Ya has probado el Tantra?

Convencerla para que te haga sexo oral: Si a ella le nace, lo hará. Si no le nace y no lo hace es porque… ¡sorpresa! Ella no quiere hacerlo en ese momento. ¿Es tan difícil de entender? Ella no te obliga a ti a que le practiques un “cunnilingus”, entonces haz lo tuyo y sólo realícenlo cuando se sientan atraídos por esta práctica… Y hay tantas, que para qué insistir.

Forzar su cabeza para que absorba todo tu pene durante el sexo oral: No toques ni muevas su cabeza para dirigirla hacia uno u otro lado. Mucho menos intentes que coma todo lo que Dios te dio para tu beneficio y placer. Lo único que lograrás es que ella vomite encima de ti o se ahogue. Únicamente, si acaso, sujeta un poco su cabello y disfruta del espectáculo… Salvo que tu susodicho sea de origen y dimensiones niponas, claro.

No mantener el romance: Es muy importante, incluso en las parejas de mucho tiempo. A ellas, que seas romántico las prenderá mucho más que el “sexo per se”. Eso no quiere decir que le hagas el amor entre poesías, o leyéndole inspiraciones idílicas, pero la sensualidad y el erotismo nunca debes de perderlos… O la perderás a ella.

Intentar sexo anal sin permiso. Nunca va a estar bien que intentes penetrar a una chica por el ano “sin querer”, es decir, sin preguntárselo antes. Al verse involucrados en una relación sexual genital, ambos deberán estar seguros de conocer sus preferencias. Pero si ella te da luz verde, no olvides tomar precauciones y usar lubricante… Y de lavarte.

No tenerla entre tus brazos después del sexo: Incluso a las mujeres más rudas y menos románticas les encanta ser abrazadas luego de un momento de pasión. Ambos deberían sentirse más cerca en ese instante. Quedarse dormido, ponerse a fumar, o darse la vuelta, es todavía peor que no abrazarla…  Después no te quejes,

Ir directamente al sexo: Claro que sabemos que es lo que quieres en ese momento, pero ¿será que puedes disimularlo un poquito? Pues entonces comienza con el preámbulo y luego toma tu tiempo. Tarde o temprano llegará, así que ¿por qué no disfrutarlo y evitar hacerle ver que “eso” es lo único que quieres?… ¿O acaso sos un obcecado?

Darle indicaciones: Ni ellas son actrices ni tú director. Así que evita, en la medida de lo posible, palabras como “haz esto”, “muévete así”, “ponte esto”, “quítate lo otro”, etc…. Claro, eso es divertido y sexy cuando se hace como parte del juego, de manera consensuada. Si no, a ella le resultará molesto y chocante…

En todo caso, sé que muchas palabras aquí escritas son inútiles, y eso es aún lo mejor que podemos decir de ellas, casi todas, realmente, hipócritas. Razón tenía aquel francés que dijo que la palabra le fue dada al hombre para disfrazar el pensamiento, y tenía razón, pues son cuestiones sobre las que no debemos hacer juicios perentorios, pues lo más seguro es lo mejor que se puede encontrar, la tentativa siempre frustrada para expresar eso a lo que, por medio de la palabra, llamamos pensamiento… ¿Impresionante, no?