Los Trucos Sexuales que Nunca Fallan


Mismo que los literatos se hayan esmerado a lo largo de los siglos, no todo está escrito, eso es un hecho, sobretodo en la cama, donde uno puede echar a andar la imaginación hasta donde quiera. Por lo tanto, prenda el fuego en su cama con los consejos que el viviente nunca encontrará escritos en los libros eróticos, pero que seguro lo llevarán a vivir grandes momentos de placer.

No es aconsejable que el cándido lector se limite a seguir un manual con poses más que estudiadas. En verdad, el chiste es que uno tenga guardadas algunas armas secretas para cuando llegue el momento de “atacar en la horizontal”.

Recuerde que hay muchas técnicas que aunque no vienen escritas en un manual de sexo, ni son vendidas en ferreterías o farmacias, son de esos “consejos” que vienen de la voz de la experiencia. Tanto pueden venir de amigos, amigas y hasta de famosos o familiares. No importa de quién uno las escuche, la gracia consiste en tener todo un abanico de oportunidades de satisfacción a dos.

De acuerdo con “educasexo.com”, el “amor instintivo” es aquél que busca siempre nuevas formas de llegar al éxtasis, porque está claro que las poses también pasan de moda y que hasta nos podemos llegar a aburrir al practicarlas, así que hay que estar siempre en la constante búsqueda de trucos sexuales que nos garanticen gran placer.

¡Renovarse o morir, esa es la cuestión!, decía un sabio amigo. Y por ello no quiero dejar que el leyente se aburra, así que comparto con él algunos trucos que recomienda el sitio mencionado y el “cosmohispano.com”… Veamos:

Bajar la temperatura. Una de las maneras más efectivas para excitar a tu pareja es poniendo los nervios al límite. Súbele la temperatura y aplácasela un poco con hielo. Pon en el congelador un pedazo de tela sedosa con la que después rodearás el pene de tu pareja o la puedes poner sobre el clítoris de ella y la moverás de arriba hacia abajo, lentamente. Esto generará un escalofrío que provocará muchas más alegrías después. La idea es hacerlo rápido porque el calor corporal seguro calentará hasta la tela, y la “magia” del asunto se cambiará por la acción… Utilísimo, porque después puede usar el trapito para limpiarte.

Subir la temperatura. La técnica contraria sería meter el pedazo de tela unos segundos al microondas y cuando salga calientita, la colocas en la zona genital de tu pareja, haciendo movimientos ascendentes y descendentes… Esto le asegurará relaciones bien calientitas y al final te sirve al igual que el otro.

Cómetelo todo. Sí, lleva la comida a la cama. No se trata de que cubras tu cuerpo de sushi, sino más bien de introducir elementos de la comida como chocolate, frutas o dulces, o cualquier cosa que se te antoje para crear una conexión sensorial entre el placer sexual y la degustación de los manjares. Lo interesante aquí es poner pedazos de comida justo en el lugar donde quieres que te acaricien y besen… Seguro puedes iniciar el caminito hacia la excitación poniéndole dulce de leche, crema, frutillas, o lo que te guste más.

Besa. Pero no en la boca como acostumbras. Dedica un poco más de tiempo y esfuerzo para besar suavemente todo el cuerpo de tu pareja; sobretodo aquellas partes que sabes que le excitan más, hasta llegar a la zona genital donde puedes pasar largo tiempo haciendo que tu lengua llegue a los lugares más escondidos de la zona. Aguanta todo lo que puedas y haz que tu pareja aguante también… Cuando crees que ambos se lo merezcan, pasen al siguiente acto… Ese sí es formidable.

Toma Té. Busca dos sobrecitos de té de hierbabuena y prepara un té. Toma un poco y después baja a acariciar las partes más íntimas de tu pareja. El té te calentará la boca y el mentol refrescará la zona cuando retires la boca. No olvides tomar varios sorbos para asegurar el efecto… Pero si estás con prisión de vientre, prueba el té de hojas de ombú.

Collar de perlas. Sirve no sólo como accesorio, sino también como juguete sexual. Cuando llegues a casa, quítate el collar y llénalo de lubricante, luego colócalo en la base de su pene, envolviéndolo; entrelaza los dedos y coloca las palmas de tus manos en ambos lados de su pene, entonces haz girar las perlas en todo lo largo de su falo… (¿…?)

Masaje. Aviso que no sirve cualquier masaje. Tienes que calentar un poco de aceite en el microondas y ponerlo en una jeringa. Después escribe en el cuerpo de tu pareja las palabras que se te ocurran o haz los dibujos que quieras. Empieza por el cuello y baja buscando esas partes que le excitan, pues verter el aceite con movimientos precisos será más placentero que el masaje en si. Aunque no debes dejar el aceite olvidado, así que inicia un masaje erótico… ¡Ah! No olvides que no se puede escribir con faltas de ortografía.

¡Susúrrale! Quítate la pena y dile al oído cosas como: “Quiero llevarte a la mesa de la cocina y no parar hasta que explotemos juntos”… “Quiero tenerte dentro de mí”… “Estás tan duro que quiero comerte hasta que no puedas más”… Después tómese una sal frutas o un Sonrisal, eso ayuda en la digestión.

Juega con la velocidad. Cuando estés masturbando a tu pareja, comienza con movimientos largos y lentos, para después ir moviendo la mano más rápidamente. Cuando sientas que está muy excitado, baja el ritmo. Al igual con ellas, toca primero suavemente su clítoris y luego aumenta la velocidad; cuando sientas que ya no pueda, para. Háganlo una y otra vez hasta que crean que merecen el coito… O se te acalambre la mano.

Usa las dos manos. Para acariciar, ¡no te limites! Utiliza las dos manos para recorrer el cuerpo de tu compañero (a). Empieza simulando un masaje y luego pasa las manos por donde menos él se imagine; hazlo rápido, para sólo rozar y continúa con las caricias, hasta que su cuerpo te pida que lo (a) toques más en partes específicas…

Por las dudas, ruego que después no me culpe a mi si al seguir estos consejos usted no se sintió feliz, pues hay indicios malignos de que la fuerza mental de algunos sapiens no consigue llegar a todos con la potencia del original emisor… Aviso que ya hay episodios demostrativos de ese tipo de debilitamiento… ¡Pronto!

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